Chinchillón Anaranjado en la casa
- Redacción
- 28 oct 2015
- 2 Min. de lectura
¿Lo conocés?

Es el chinchillón anaranjado (Lagidium Wolffsohni); así como el cóndor, el huemul y el puma es un integrante más de la fauna local y pertenece a la familia de roedores chinchillidae. Esta especie se distribuye desde el Parque Nacional Los Glaciares, nuestro hogar, hasta el Seno Última Esperanza en la Patagonia chilena.
El chinchillón puede medir hasta 56cm, su cola 22cm y pesa entre 1 y 3 kilos. Se alimenta de semillas, raíces y brotes. Su hábitat son las zonas rocosas. Utiliza las grietas como refugio natural y es allí donde pueden tener hasta tres camadas de crías. El pelaje de la especie suele variar según la distribución geográfica y cumple la función de mimetizarlo con su entorno.
En nuestro pueblo se ha dejado ver en repetidas ocasiones en la zona del paredón. Vecinos han confirmado avistajes desde el año 2005, los cuales fueron registrados en Parques Nacionales. Accedimos a los registros y allí resaltan el impacto de la presencia humana en la zona donde habitaría el roedor.
“La actividad de escalada podría generar disturbios en la población de chinchillones, principalmente cuando se realiza la limpieza de nuevas rutas arrojando rocas sueltas, por los golpes de martillo o si utilizan taladros para perforar la roca”. (Parque Nacional Los Glaciares; Registro de Especie de Fauna; agosto 2010).
Es importante, entonces, ahora que conocemos al chinchillón, lo tengamos en cuenta al momento de hacer una caminata por el puente, el clásico paseo con perros o una tarde de escalada. Recordemos que El Chaltén y sus alrededores son un hermoso escenario que debemos aprender a disfrutar y compartir con las especies propias del lugar, además de cuidarlo y protegerlo.
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